• 1 melón de 1 k, que esté pepino (aún no maduro)
  • 600 g de azúcar
  • la cáscara de un limón
  • canela en rama

Se quita al melón la cáscara y las pipas del corazón. Se parte en trozos pequeños.

Se mezcla la fruta preparada con el azúcar, la cáscara de limón a trozos grandes y la canela, y se pone al fuego a intensidad media. Cuando comience a hervir, se remueve continuamente para que no se pegue. Hay que seguir removiendo hasta que espese y coja el punto de solidez duradera de la mermelada.
Se aparta del fuego y se separan la cáscara de limón y la canela en rama. Se echa en botes esterilizados, se tapan herméticamente y se ponen al baño María durante 15 minutos.
Se etiquetan y se guardan en sitio seco y a salvo de la luz solar.

«Mermeladas y conservas del convento» – Recetas del monasterio de Santa Paula de Sevilla – Libros Cúpula 1ª edición.

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